Quiero hacer un regalo para mi novio que es «pajarero»
Esa fue la cuestión que Andrea nos planteaba en su mail.
Cuando ya nos pusimos en contacto por teléfono fue fácil encontrar el regalo perfecto para Juan: una mañana de birdwatching por alguno de los espacios naturales próximos a la ciudad de Valencia. Dos opciones pasaron la criba, la Marjal dels Moros y el Parc Natural de la Albufera.
Solo quedaba enviarle nuestro «Bono Regalo» … y que él eligiera.
¡Y eligió una mañana de birdwatching en la Albufera!
Así transcurrió la jornada
Nos recibió el día algo frío y nuboso mientras comentábamos cual sería el plan de la jornada en el punto de encuentro, el mirador del la Gola de Pujol. Pero no nos importó demasiado y nos dirigimos al primer punto de nuestro recorrido: la playa de La Punta junto al Parador Nacional de El Saler.
Allí, respetando en todo momento la señalización para no molestar a las aves, pudimos disfrutar de centenares de Correlimos comunes y C. tridáctilos alimentándose en la playa. Junto a ellos algunos Chorlitos grises, varios Chorlitejos grandesy algún Chorlitejo patinegro. Sobre el mar buscamos incesantemente la presencia de Pardelas y Alcatraces.
Aunque no se dejaron ver, si pudimos observar el vuelo rasante de un Cormorán moñudo y las evoluciones de algún Charrán patinegro. También las habilidad en la pesca submarina de un Cormorán grande y la presencia de Gaviotas reidoras y patiamarillas.
Aunque no se dejaron ver, si pudimos observar el vuelo rasante de un Cormorán moñudo y las evoluciones de algún Charrán patinegro. También las habilidad en la pesca submarina de un Cormorán grande y la presencia de Gaviotas reidoras y patiamarillas.
De allí nos dirigimos al Centro de visitantes del Racó de l’Olla.
Desde su torre-mirador Andrea y Juan se deleitaron con la presencia de los Flamencos que, posado o en vuelo, daban color al horizonte en el que ya las nubes iban desapareciendo y dejaban paso a un sol radiante.
Desde su torre-mirador Andrea y Juan se deleitaron con la presencia de los Flamencos que, posado o en vuelo, daban color al horizonte en el que ya las nubes iban desapareciendo y dejaban paso a un sol radiante.
Además de ellos pudimos disfrutar con la diversidad de anátidas que descansaban en la Mata del Fang. Entre la multitud de aves que aparecían a través de la lente del telescopio, fuimos «desgranando», los más abundantes Azulones y Patos colorados, y especies menos abundantes como Ánades rabudos, Porrones comunes, Ánades frisos, Tarros blancos … y un par de Patos cucharas que a alguno se le resistieron.
Además una buena representación de la rapaces que en esta época sobrevuelan la Albufera: Aguiluchos laguneros, Águilas calzadas y Cernícalo vulgar
Además una buena representación de la rapaces que en esta época sobrevuelan la Albufera: Aguiluchos laguneros, Águilas calzadas y Cernícalo vulgar
El siguiente objetivo eran las aves que en esta fechas utilizan uno de los hábitats mejor representados en el Parque: el arrozal.
Para ello realizamos un trayecto con paradas aquí y allá hasta llegar al Portet de Sollana, junto al Tancat de Milia.
Para ello realizamos un trayecto con paradas aquí y allá hasta llegar al Portet de Sollana, junto al Tancat de Milia.
Así fueron apareciendo Garzas reales, Garcetas grandes, Garcetas comunes, Garcillas bueyeras y, como no, miles de Moritos y Gaviotas reidoras. Más escasa las Gaviotas sombrías se entremezclaban entre las anteriores.
Y también alguna sorpresa como un par de Combatientes o un solitario Andarríos bastardo en alguno de los campos recién fangueados.
Y también alguna sorpresa como un par de Combatientes o un solitario Andarríos bastardo en alguno de los campos recién fangueados.
Tampoco dejamos de observar los paseriformes que se cruzaban ante nuestros prismáticos: Lavanderas blancas, Bisbitas pratenses, Tarabillas comunes, Gorriones comunes y G. molineros, Jilgueros, Pinzones, Mosquiteros,…
Al llegar al Tancat de Milia, y antes de subir a la torre situada en su limite exterior, cruzamos un buen rato las miradas con un ejemplar de Águila calzada posada en un poste del tendido eléctrico. Mientras un grupo de Fochas comunes nadaba en un arrozal inundado y los esquivos Calamones se dejaban oír en el interior del Tancat donde descansaban también un nutrido bando de Agachadizas comunes.
Desde la torre de nuevo miles de anátidas y gaviotas descansando en el centro del lago a refugio de los cazadores. Durante toda la mañana, de manera casi constante, nuestros silencios y conversaciones estuvieron interrumpidos por sus disparos.
¡Que rabia pensar que algunas de las preciosas aves que estábamos viendo pudiesen acabar cualquier fin de semana abatidas por una descarga de perdigones dentro de un parque natural!
El regreso a nuestro punto de encuentro lo realizamos por un camino diferente que nos permitió seguir observando la belleza de los paisajes de la Albufera en esta época del año. A la ves seguíamos sumando algunas nuevas especies como Martín pescador, Avefría, Zampullín cuellinegro … y la que sin duda sería la sorpresa de la jornada: una juvenil de Garcilla cangrejera.
En resumen una bonita mañana y un regalo de cumpleaños bien aprovechado.
Gracias a Andrea por confiar en ACTIO Birding pare ello y esperamos poder coincidir en alguna otra de nuestras salidas.